Los controles pediátricos regulares son fundamentales para asegurarle a lss hijos lo mejor. Los padres suelen subestimar estos controles a medida que los chicos crecen, y esta realidad es aún más notoria cuando se trata de un segundo, o tercer hijo.

Estos hechos preocupan a los integrantes del equipo de salud de CAMEC, que han lanzado una campaña de comunicación para recordar a los padres la importancia de controlar a sus hijos no solamente en los primeros meses de vida sino en todo su desarrollo.

Que los niños tengan controles de rutina una vez al año, independientemente de si han estado enfermos o no, es mucho más que una obligación moral con ellos, es un acto de amor, una forma de prevenir, de detectar a tiempo cualquier situación anómala que pueda presentarse en el futuro.

Cumpliendo estos controles anuales hasta por lo menos los cinco años y continuando una rutina preventiva durante todo su desarrollo, así como manteniendo las buenas prácticas de alimentación que implican sustituir las meriendas de kiosco por frutas y verduras, eliminando las comidas saturadas en gradas, las golosinas y le bebidas azucaras, se estará ayudando a las nuevas generaciones a tener una mejor calidad de vida.