Lactancia materna, la mejor alimentación para nuestros hijos

Cada año, la primer semana del mes de agosto, las instituciones de salud celebramos la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una instancia donde se reafirma el compromiso con la promoción de la alimentación a pecho en forma exclusiva de los recién nacidos hasta por lo menos sus primeros seis meses de vida y con el mantenimiento de la lactancia hasta los dos años en el marco de un programa denominado de buenas prácticas de alimentación.

Durante el seguimiento del embarazo que CAMEC realiza, se prepara a las futuras mamás para que puedan llevar adelante una correcta alimentación a pecho.

Para ello se han creado charlas de educación, donde se procura mejorar las prácticas de lactancia para contribuir en la disminución del índice de enfermedad y mortalidad infantil.

La leche materna es una sustancia viva que cada mujer produce especialmente para su bebé y va siendo modificada durante el amamantamiento en la medida exacta de las necesidades de los niños.

Cuando la madre está expuesta a enfermedades en su medio ambiental, su organismo produce las defensas para combatirlos y se los trasmite a través de la leche de su bebé, que aún no es capaz de producirlos.

Toda leche materna es útil para el recién nacido, no hay leches maternas “aguadas”, o “pobres”. De igual manera es importante que la madre tenga una alimentación balanceada durante la lactancia, rica en frutas y verduras de manera de favorecer el tránsito intestinal, y en base a carnes magras, pollos y lácteos, acompañada de un importante consumo de líquidos como leche, jugos, licuados y compotas.

Amamantar, un acto de amor
El acto de amamantar aumenta la relación afectiva entre la madre y el bebé y otorga al recién nacido los nutrientes apropiados para su desarrollo y para el aumento de su sistema inmunológico.

Debe procurarse que el contacto entre el niño y la madre sea sin tetinas pezoneras o chupetes, ya que si bien son frecuentes ciertas dificultades – que si no se conocen las técnicas correctas de amamantamiento llevan a pensar que la leche no es suficiente – dichas dificultades se corrigen con medidas sencillas y apropiadas, que permitirán el aumento en la producción de leche, de manera que sea a demanda del bebé.
El complemento ideal para una alimentación perfecta
Alimentar al recién nacido solamente a pecho hasta los 6 meses y continuar la práctica del amamantamiento hasta el primer año de vida, incorporándole alimentos complementarios apropiados favorecen el normal desarrollo del bebé.
La presencia y participación del padre durante el amamantamiento, hace que este sea el complemento ideal de una alimentación perfecta.

Características de la leche materna
– Aporta todos los nutrientes que el niño necesita
– Es rico en sustancias que lo protegen de infecciones
– Es de bajo costo; está siempre pronto y a la temperatura adecuada
– Favorece el apego a la madre